COMPLETAR UN RELATO DE LOS DIEZ COMIENZOS O DESEMBOCAR UNO DE LOS CINCO FINALES
Era la última hormiga de la
caravana y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había
resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba
el paso, así que trato de continuar por el
camino, cada terrón parecía un reto para la última hormiguita, pero muy
convencida de volverse a encontrase con sus compañeras decidió continuar por el
camino. Muy ingeniosa armo un par de picos con el único objetivo de querer destrozar
cada terroncito en pequeños trozos, pero al ver que era demasiado y muy cansado
se desvió del camino dando por sorpresa ver el montículo que sus compañeras y
ella habían construido, se trataba del gran hormiguero rojo conocido por todo
el jardín y famoso por su monumental construcción.
Ella observó desde lo alto de un
terrón que sus amigas tomaban el camino más largo para llegar al monumental
hormiguero, así que muy presurosa abrió camino con ayuda de sus picos para
llegar al hormiguero primero y poder ayudar, le fue demasiado fácil pues cuando
se iba a comparar el romper terrones con el suave y ligero pasto, pero en fin,
la hormiga llegó al montículo cuando de repente una de las hormigas capitanas
se atrevió a mirar el objetivo ósea el montículo, cuando se sorprendió de ver a
la ultima hormiga que creyó perdida en la cima del hormiguero.
Desde entonces se convirtió en
capitana y todos los terrones fueron llevados a la reina como cosecha y felices
todas de haber descubierto un camino verdaderamente cortó; lo único que pregunto
aquella hormiga ingeniosa es: ¿Por qué se iban por el camino más largo cuando
pudieron solo salir del hormiguero e ir en dirección lineal para coger los
alimentos?, a lo que la caravana respondió: -no lo sabemos pero así era la
tradición, y así se hacía-.
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